domingo, 26 de julio de 2020

La tabernera del puerto, de Pablo Sorozábal

La tabernera del Puerto”es una de las obras claves del repertorio de zarzuela que han dejando una impronta más allá de la obra. Esa romanza de Leandro, “No puede ser” goza de una fama más allá de la zarzuela y reconocidos tenores la han interpretado en recitales por su gran belleza y lirismo. Pero esta zarzuela de Pablo Sorozábal es mucho más que esta pieza: una trama de pescadores, un truhán y la tabernera que, con su belleza, cautiva a sus clientes. Forma parte de esa zarzuela grande(tres actos) que la diferencian de obras de tipo menor, más costumbrista(“La parranda”), sainetes(“La revoltosa”, “La verbena de la Paloma”) o que, por su duración(“La alsaciana”,”Bohemios” o Los claveles”,etc).

En una zona cercana a un puerto de la imaginaria Cantabreda hay una cafetería de escaso éxito ,con un camarero peculiar como es Ripalda, y, enfrente, una taberna a la que acuden marineros a beber y disfrutar viendo a Marola, la tabernera a la que un enigmático y truhán marinero le ha puesto un establecimiento así para, además, ir gestando él tramas de contrabando. La tabernera, por su natural encanto, sabe que atrae a los marineros y algún que otro joven como Abel(es natural en los compositores atribuir a los personajes jóvenes la voz de mezzosoprano para pensar en esa voz intermedia que va del niño...al adulto) pero, en su interior, Leandro empieza a tener hueco en su corazón pero ella no le confiesa su amor y se muestra esquiva. Como escribía arriba, la tabernera cautiva con su trato a los marineros y sus esposas protestan ante ella; Juan de Eguía, al que todos toman por marido, le reprocha a Marola esos coqueteos.

En el acto II comienza con una escena de diversión en la taberna en el que Juan de Eguía, Marola cantan para diversión de sus clientes.

En un país de fábula

Se va gestando la trama de la obra: Juan de Eguía sabe que han dejando un bulto de cocaina en un sitio de dfícil acceso y requiere que alguien exponga su vida para cogerlo; para ello pide a Marola para que convenza a Leandro para que coja ese fardo pero ella es reacia, sabe los peligros que le acechan al joven marinero. También Simpson sabe de esa trama y le avisa a Leandro, pero él se niega a pensar que Marola se atreviese a eso,

No puede ser 

A Leandro le llega un rumor que Juan de Eguía le había pegado a Marola delante de las mujeres de los marineros, pero ella le confiesa que esa persona no es su marido, es su padre y que ella le ha perdonado y que él deberá de hacerlo si la quiere. Con todo, él acepta el desafio y se sorprende, agradablemente, cuando ella se ofrece a acompañarlo.

Quizás, para aliviar la tensión de la trama, el compositor decidió incluir esta escena cómica en el que junta el afecto osado de Abel y ese peculiar personaje de Ripalda, el camarero de la cafetería junto a Marola. Abel sufre de amores no correspondidos y cree que su juventud le impide ser amado por Marola, que lo trata como un chiquillo...como el resto de los clientes que no dudan de burlarse de él


Marola,resuena en el oído


Leandro le indica a Juan de Eguía que sabe ya quién es él, que irá a por el fardo mientras el truhán le promete que le entregará a Marola. La complicidad entre los dos sorprende a los demás personajes de la obra, que imaginaban que Leandro defendería a Marola; Abel es el único que se queda protestando ante las burlas de Juan de Eguía.

El viaje a por el fardo no da resultado por la galerna que hunde el barco donde van Leandro y Marola. Todos en el puerto dan por muertos a la pareja. Abel va por ahí triste, pensando en la tabernera mientras que Juan de Eguía confiesa su pesar... y que Marola es su hija.

La zarzuela acaba bien: Leandro y Marola acaban siendo rescatados y custodiados por guardias, Juan de Eguía se confiesa culpable ante dichos agentes del tema del fardo y pide perdón a su hija y a Leandro.

Final 


jueves, 9 de julio de 2020

30 años del concierto de Caracalla

Aunque ya había recitales de ópera antes, el 9 de julio de 1990 fue el nacimiento de un producto que tuvo mucho de marketing pero, también, fue un hito que se repitió, de forma conocida otras dos veces más: Los Ángeles(1994), París(1998) y Yokohama(2002) . Era una gala que se emitía el día antes de la final de la Copa del Mundo de fútbol y que acabó superando al evento deportivo, la célebre gala de “Los Tres Tenores”. Se reunió bajo la dirección de Zubin Mehta a los tenores Luciano Pavarotti, Plácido Domingo y José Carreras en un evento,previsiblemente único, pero que supuso el inicio de una serie de galas más allá de las mencionadas porque se vio que era algo que permitía desde eventos especiales a otros de tipo benéfico. El formato se extendió más allá con una mezcla de ópera, canciones clásicas y populares que aún divide entre los que consideraron positivo el evento y quienes no.De hecho, un año después repitieron con varias sopranos sobre el mismo escenario.

Pero comencemos. La retransmisión en España contó con la colaboración de Terenci Moix y Olga Barrios para TVE. Las primeras notas que sonaron fueron de la obertura de la ópera de Giuseppe Verdi “I vespri siciliani”. El primero que salió a cantar fue José Carreras con “Il lamento di Federico” de la ópera “L'Arlesiana”, de Francesco Cilea. El tenor catalán eligió para su repertorio de este concierto el mencionado fragmento, el improviso del primer acto de “Andrea Chénier”(Umberto Giordano), la napolitana “Core'ngrato” de Salvatore Cardillo y la célebre “Granada”, de Agustín Lara.


Plácido Domingo cantó dos fragmentos de ópera(O paradis de “L'africaine” de Meyerbeer y “E lucevan le stelle” de la obra de Puccini, “Tosca”), una romanza de la zarzuela de Pablo Sorozábal “La tabernera del puerto” -la famosa “No puede ser”- y la menos conocida para el público, “Dein ist mein ganzes Herz” de la opereta de Lehár “Das Land des Lächelns”.



Luciano Pavarotti cantó “Recondita armonia” de la ópera “Tosca”, de Giacomo Puccini y volvió con el mismo compositor y la célebre “Nessun dorma” de la obra “Turandot”. Como canciones populares se acercó a fragmentos de su tierra, “Rondine al nido” de De Crescenzo y “Torna a Surriento” de De Curtis.


El programa consistía en dos piezas instrumentales para lucimiento de las orquestas del Maggio Musicale Fiorentino y de la Ópera de Roma, la mencionada obertura y una pieza de Respighi de las “Fiestas Romanas”, un poema sinfónico sugerente y que iba en mitad de los programas “individuales” de cada uno de los cantantes.
Para terminar, un potpourri de fragmentos conocidos que llegó al biseo completo, culminando con la imagen más icónica de estos conciertos: la del tremolo de Luciano Pavarotti y la respuesta de Plácido Domingo y José Carreras en la misma línea.

sábado, 4 de julio de 2020

Pilar Lorengar

Pilar Lorengar se hizo famosa para el gran público en 1991 cuando obtuvo el Premio Príncipe de Asturias junto a seis compañeros más de la lírica(Teresa Berganza, Montserrat Caballé, Victoria de los Ángeles,Alfredo Kraus, Plácido Domingo y José Carreras). Estaba muy reciente aún lo de Caracalla y los Tres Tenores. Poco después intervinieron-junto con Pedro Lavirgen, Jaume Aragall y Joan Pons- en la inauguración del Teatro de la Maestranza. Entre todos los premiados estaba una cantante cuyo nombre sólo era conocido para los que estaban metidos de lleno en el tema de la música clásica, ópera y zarzuela. Era Pilar Lorengar, que volvía a España para el evento tras más de tres décadas residiendo en Alemania y que siguió allí hasta su fallecimiento en 1996.


Nacida en Zaragoza, su primer paso por la música lírica llegó antes de realizar sus estudios de canto y con la zarzuela como referente. Intervino en un programa de radio llamada “Ondas Infantiles” aparte de formar parte de un coro escolar. Esos avatares del destino la acercaron a la que fue su primera primera profesora de canto en Zaragoza. Su periplo de formación le llevó de su ciudad a Madrid(con Ángeles Ottein y, especialmente, el repertorio de zarzuela),luego en un conservatorio de Barcelona y, de nuevo, Madrid. A comienzos de los cincuenta grabó varias versiones discográficas de zarzuela que han quedado registrados y suponen un gran legado de su voz.


Ebben(“La Wally”, de Catalani)


A mitad de dicha década comenzó su periplo internacionales en Aix-la Provence, París, Londres pero el hito relevador fue en Glyndebourne como Pamina en “La flauta mágica” y que hizo que Carl Ebert le llevara a Berlín sellando una carrera operística de más de tres décadas en Berlín.Durante ese período también tuvo sus éxitos internacionales. En el Met debutó en 1966 y se mantuvo más o menos fiel durante década y media En ese mismo año también intervino por primera vez en la Scala de Milán, si bien su presencia en la capital lombarda fue menor. En el año 1955 apareció en el Covent Garden.Viena también fue otro lugar donde Pilar Lorengar logró triunfar de forma habitual. También regresó a España para representaciones y recitales. Su carrera se desplegó hasta, precisamente, ese 1991 con cuatro décadas de carrera músical en el que se despidió de su público con “Tosca”(G. Puccini).


Tu che la vanità ("Don Carlo")


Su repertorio abarcó desde la zarzuela hasta el alemán, cercano por su estancia en Berlín abarcando Mozart,Wagner,Beethoven. También abarcó el repertorio francés e italiano(Verdi, Puccini, verismo) e, incluso, Tatiana(Eugene Oneguin) o Russalka. Con todo, el repertorio que más ayudó a su carrera fue el mozartiano, que le hizo asumir roles que fueron importantes en su vida:Donna Elvira en el “Don Giovanni” de su debut en el Met, el Cherubino de “Las bodas de Fígaro” en Aix La provence en su primer gran éxito internacional o Pamina, la que le llevó a Berlín y que inició un periplo en la ciudad alemana.


Pamina Ach ich fühl's, es ist verschwunden! 


Termino la entrada con un vídeo muy especial de una intervención que junta la pasión por la zarzuela, la radio donde empezó en sus orígenes. Lamento que la calidad del vídeo no sea buena pero creo que tiene su punto de interés.



Petenera de “La marchenera”(Federico Moreno Torroba)