No puedo evitar pensar en un tipo de
fragmentos operísticos cuando se avecina una “gota fría”,
aunque ahora tenga ese nombre tan “explosivo” de Depresión
Aislada en Niveles Altos(DANA)- que puede basarse en conceptos
diferentes-pero que sigue dejando la misma sensación de lluvia
intensa por aquí abajo. Alertas naranjas...ya rojas amenazan días
pasados por agua y casi con la canoa a mano. Hace unos años, muy
posiblemente en otra gota fría, dejé un artículo sobre el temporal
más celebre en la ópera, el de “El barbero de Sevilla”, de
Rossini. Hoy, el maestro de Pésaro nos vuelve a inspirar con otra
escena en las que sabía sacar todo lo espectáculo sonoro que
permiten los relámpagos y la lluvia y traducirlas en notas
musicales. En ambos casos, eran escenas que permitían trasladarnos a
esa escena final de la ópera, donde se resolvía todo; quizás
prescindibles en el argumento, sí que eran fundamentales o así me
deja la sensación de momentos de gran intensidad para el público
asistente.
En este caso, ya regresados
Angelina-Cenicienta(por su lado) ,Don Magnifico, Clorinda y Tisbe(por
otro lado) a casa tras la fiesta, tenemos esta escena “tormentosa”
también por el enfado de Don Magnífico que ve que la joven-o
alguien que se le asemeja mucho en la fiesta- puede reventarle su
propósito de lograr que una de sus otras hijas sea la elegida por el
príncipe Ramiro. Tras el temporal, llega el noble con su secretario
Dandini -indicar que durante la ópera habían cruzado los papeles
para que él pudiera elegir sabiamente- y se desvela cuál es la
elegida...y que, evidentemente, es la propia Angelina. Como la bondad
gana sobre la mezquindad de las otras dos hermanastras que, al final,
acaban aceptando con cierta alegría que la joven tenga suerte de
esposarse con el príncipe.
Obviamente, el compositor jugó con la
orquesta para darle vida a un temporal que, sin llegar a la
exquisitez de “El barbero de Sevilla” parece, con todo, más
espectacular. Los instrumentos de cuerda logran mostrar ese goteo
incesante de esa lluvia que arrecia con fuerza mientras que los de
instrumento de viento metal(especialmente trombón) y viento
madera(fagot) logran que la tormenta y los relámpagos sean creíbles
absolutamente, sin olvidar algún elemento de percusión. Otra de las
maestrías es lograr , después, como amaina la tormenta.
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