sábado, 16 de mayo de 2020

Monólogo de Ibn-Hakia en "Iolanta"(Chaikovsky)

 Fue la última ópera compuesta por Chaikovsky, estrenada en 1892 y refleja, como si fuera una alegoría, lo que hubiera deseado el compositor para su existencia. Un periplo vital en la Rusia del siglo XIX para una persona que sufrió su condición afectiva de forma tormentosa y que quiso verse reflejado en la joven ciega. El compositor era homosexual pero, quizás por un entorno social duro, quiso engañarse con unas relaciones con mujeres que nunca llegaron a fructificar. Nunca supo cuál fue su sueño: desde “curarse” de ese afecto por los hombres (lo que le llevó a casarse con Desirée Artôt y, posteriormente, con Antonina Milliukova y que fueron enlaces desastrosos), o bien, desear que su situación no fuera tan mal vista.

 Iolanta, hija del Rey René y ciega de nacimiento es el personaje en el que Chaikovsky se vio reflejado. En ella trasladó sus deseos de que sus males tuviesen fin. Ella es ciega, su padre lucha entre querer curarla para poder ver y protegerla para que no sepa su problema. Sí, suena raro porque, por un lado, trae a un médico árabe para tratarla pero, cuando éste le indica que ella tiene que saber cuál es el problema para desear la curación, el Rey se niega. El azar y Vaudemont llevan a Iolanta a desear ver…con el disgusto del Rey porque ella sabe que no puede ver y la tranquilidad del médico que, en ese momento, ya le dice que la sanación es posible. Ese final feliz en el que ella está sanada y puede ver nos hace pensar en cómo compuso Chaikovsky esas últimas notas.

 Como indica la partitura, el término más adecuado es “monólogo” y tiene la particularidad principal del texto, profundo en el mensaje que transmite, en el que el doctor Ibn-Hakia trata de hacer ver al Rey René de la importancia del nexo de la luz espiritual y el cuerpo que se va percibiendo con el paso de la interpretación del bajo. Casi la puesta en escena es poco importante teniendo en cuenta que lo principal es que se perciba el mensaje del médico hacia el padre inquieto. En sí, ya el médico se ha dado cuenta de la actitud extraña del padre y se percibe en unas líneas duras en la que la voz del médico se ve enojado mientras le acompañan instrumentos de viento madera. En sí, el comienzo en verdad de esta brillante interpretación es a partir de Два мира(Dos mundos) en el que vamos a percibir todo un argumento rítmico de los instrumentos de cuerda y, como a medida que el médico va desplegando sus argumentos místicos de comunión de lo espiritual con el cuerpo, se van añadiendo más instrumentos a la interpretación(trombones, tubas y timbales aparte de los instrumentos de viento madera y metal que habían aportado, en cierto sentido, la melodía) aportando lo exótico del personaje.

 

-Ibn Hakia

Ты властен сделать все,
Но
 прежде дай мне сказать:
Решенью моему ты
 подчиниться можешь или нет,
Но
 я обязан дать тебе совет.

Два мира: плотский и духовный
Во
 всех явленьях бытия
Нами разлучены условно —
Как неразлучные друзья.
На
 свете нету впечатленья,
Что тело знало
 бы одно,
Как все в
 природе, чувство зренья
Не
 только в нем заключено.

И прежде, чем открыть для света
Мирские, смертные глаза,
Нам нужно, чтобы чувство это
Познать сумела и
 душа.

Когда появится сознанье
Великой истины в
 уме,
Тогда возможно, властитель мощный,
Да, тогда возможно, что желанье
Пробудит свет в
 телесной тьме.

Interpretación escena

1 comentario:

Fernando J. Cansado dijo...

(traducido por Kareol(http://kareol.es/obras/yolanda/acto1.htm)

IBN-HAKIA
Señor, podéis hacer lo que os plazca.
Sois libre de seguir o ignorar
mi diagnóstico,
pero estoy obligado, si me permitís,
a daros un consejo.
Dos mundos, carne y espíritu,
se manifiestan en todo ser vivo.
La divinidad los creo juntos
como compañeros inseparables.
Algunas manifestaciones del ser
no pertenecen sólo al mundo carnal,
el sentido de la vista no está
únicamente en la carne.
Y, antes de que la luz pueda inundar
nuestros ojos mortales,
necesitamos sentir
el concepto de la visión
dentro de nuestras almas eternas.
Cuando el conocimiento de la verdad
despierte en nuestras mentes,
entonces será posible, señor,
que la fuerza del deseo arroje luz
dentro de la oscuridad de la carne.