domingo, 7 de junio de 2020

Aria de Ruy Gómez de Silva "Infelice e tuo credevi"

Tras esas dos óperas iniciales de poco o nulo éxito y dolido por todo lo que le pasó con su familia, Giuseppe Verdi decidió dejar de componer ópera y volver a su pequeña aldea. De todos es sabida esa anécdota de cómo le llegó el libreto de «Nabucco» y como ese «Va, Pensiero» de Temistocle Solera le inspiró para volver a componer y su lograr su primer gran éxito en el mundo de la ópera. A partir de ahí comenzó un período de incesante trabajo que él llamó «años de galeras»(anni di galera) y que comenzó con «I lombardi alla prima crociata» en 1843 y le siguió Ernani. Casi una década hasta llegar a 1851 en la que llega a estrenar hasta dos óperas al año. Años donde se fue labrando un nombre incluso a nivel internacional. «Ernani» se estrenó, incluso, con intervención de Víctor Hugo, autor de la obra teatral en la que se basó la ópera, que intentó oponerse al estreno en París.

Ernani, además, es la primera incursión de Verdi en tierras españolas. Después llegaría Il trovatore, La forza del Destino y Don Carlo. Tiene un ligero componente histórico alrededor de la presencia del Emperador Carlos I de España y V de Alemania en Aquisgrán en 1520. De hecho, el tercer acto gira sobre ese momento. En sí, simplificando mucho, estamos hablando de una joven noble como Elvira, que se va a casar con Ruy Gómez de Silva, pero que está enamorada de un bandido-antiguo noble-llamado Ernani. Entre estos tres personajes irrumpe Carlos quién está prendado también por Elvira. Ruy Gómez de Silva, personaje para cantante con tesitura de bajo, se encuenta entre la debida lealtad al rey y el enojo por ver cómo pretende éste, como comentábamos, a Elvira.

Sobre esta escena, podemos vislumbrar a este primer Verdi con estructuras firmes de recitativo(Che mai veggio!), aria(Infelice e tu credevi) y cabaletta con intervención coral(Infin che un brando vindice) que con el paso del tiempo irá apartando. Recitativo a la vieja usanza donde el cantante y la orquesta se van entrelazando y donde se percibe enojo ante lo que está ante sus ojos; aria más melódica donde se escucha como los instrumentos de cuerda y viento acompañan el pesar del personaje que siente volar su preciado bien y lamenta no tener un corazón frío por el paso de los años y, por último, una cabaletta con «allegro marziale» en el que el personaje agarra una espada en pos de una venganza que irá persiguiendo hasta el final de la ópera.

Escena y aria: Che mai veggio!…Infelice e tu credevi

SILVA
Che mai vegg’io!
Nel penetral più sacro di mia magione;
presso a lei che sposa,
esser dovra d’un Silva
due seduttori io scorgo?
Entrate, ola, miei fidi cavalieri

(cavalieri e Giovanna entrano)

Sia ognun testimon del disonore.
Dell’onta che
si reca al suo signore

Infelice!. E tuo credevi
si bel giglio immacolato!
Del tuo crine fra le nevi,
piomba invece il disonor
Ah, perché l’etade in seno,
giovin core m’ha serbato!
Mi dovean gli anni almeno
far di gelo ancora
il cor.

(a donCarlo e Ernani)

L’offeso onor, signori,
inulto non andrà.
Scudieri, l’azza a me,
la spada mia, l’antico Silva
vuol vendetta, e tosto.
Infin che un brando vindice
resta al vegliardo ancora,
sapral’infamia tergere,
o vinto al suol cadrà!
Me fa tremante il subito
sdegno che mi divora
cercando il sen del perfido
la man non tremerà.

Carlo Colombara como Ruy Gómez de Silva

No hay comentarios: