viernes, 6 de marzo de 2020

Rincón chico: Katiuska

Katiuska es una zarzuela-aunque hay quién considera su condición de opereta española- que se estrenó en el Teatro Victoria en Barcelona en el año 1931. Compuesta en dos actos por Pablo Sorozábal, con libreto de Emilio González del Castillo y Manuel Alonso, nos lleva a un pueblo perdido en Rusia tras la revolución acontecida en ese país. Un pequeño relato de amores, odios y alguna que otra risa para destensar el ambiente. Por una parte vemos al príncipe Sergio, el comisario Pedro y Katiuska en los que se basa el argumento principal; por otra parte, la particular relación de Olga, Boni y el coronel del antiguo ejército zarista, Bruno, y en el que escuchamos los números de corte más popular empezando por el que utilizaré en este primer número.

 “Cosacos de Kazán”.

 La llegada del príncipe Sergio a la taberna nos muestra el rol de éste, más preocupado de la salud de Katiuska, descendiente de la familia imperial, y pidiendo albergue para ella mientras él está ausente porque está siendo perseguido por los hombres de Pedro. Katiuska recuerda su triste pasado.Al poco de marchar el príncipe, llega el propio comisario Pedro con sus hombres. Éstos al mofarse de Katiuska reciben la reprimenda por el trato a la mujer rusa.


La mujer rusa

Ahí surge la chispa de afecto de Katiuska entre Pedro. Pero, con todo, es hora de acostarse porque el día ha sido largo, aunque los disparos de fuera la asustan porque aún quiere al príncipe Sergio y echa de menos su ausencia. Por otro lado, Bruno insiste en llevarse a Olga de la taberna, lo que lleva de cabeza a Boni, aunque éste desconoce que ella sí lo tiene en mente. Para intentar desliar el asunto, Olga quiere convencer a Boni que el coronel Bruno está enamorado de Tatiana, tía del propio Boni. Mientras tanto, Katiuska acaba reconociendo a Pedro su amor hacia él. Sin embargo, el comisario no quiere pero no por ella, es otra cosa. Para Pedro, “son dos barcas que nunca se han de encontrar”. El deber es el que impide el amor…y también el perdón hacia el propio príncipe Sergio.Es quizás uno de los dúos de zarzuelas carismáticos

Somos dos barcas

Con maestría, el compositor finaliza la zarzuela resolviendo las dos cuestiones: ¿con quién se marcha Olga a París? Con un fox-trot, disfrutamos de un final propio de cabaret pero que lleva a esbozar una sonrisa. Pero lo importante es saber el destino de Katiuska, si el amor vencerá al deber o no. Incluso el propio Pedro se arriesga cuando quiere evitar que los demás busquen linchar al príncipe Sergio y al conde Ivan(que iba disfrazado de músico vagabundo). El final es impresionante: Pedro reconoce-quizás bruscamente, que Katiuska será suya mientras el príncipe acabara siendo juzgado y sus seguidores exiliados. Mientras los acordes finales suenan recordando su dúo anterior, Katiuska y Pedro se abrazan enamorados y felices.  

Concertante y final

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