Durante
las pasadas Navidades se informó desde Alemania del fallecimiento de
Peter Schreier a la edad de 84 años tras una larga enfermedad.
Recordé, en su momento, aquella versión en la que hacía de Don
Ottavio en un “Don Giovanni” mítico con Fischer-Diskeau, Talvela
o Birgit Nilsson que fue la primera versión que escuché de esta
célebre ópera de Wolfgang Amadeus Mozart. Ahora, pasado un tiempo,
considero que es el momento para recuperar información sobre este
tenor que con su voz, a mi parecer, limpia y nítida, me cautivó en
su momento.
Nacido
en 1935 en Meissen(lo que fue, en su juventud, la RDA), su entorno
familiar ayudó a encauzar su carrera musical ya que su padre era
maestro, cantante y organista. Con diez años entró en el Dresdner
Kreuzchor donde cantó, se fue formando y asumiendo un repertorio
sacro que le acompañó el resto de su carrera. Además, el director
del citado coro, viendo su talento, le permitió interpretar pasajes
de solista. Entre 1954 y 1956 estudió tanto canto como dirección de
orquesta en el Musichochschule de Dresde. Debutó en 1959 como primer
prisionero en “Fidelio”, de L. von Beethoven. Su gran primer
éxito llegó como Belmonte en “Die Entfünrung aus dem Serail”.
De hecho su prestigio-y supongo que su adhesión- le permitió viajar
libremente a pesar de la situación que ya tenía la República
Democrática de Alemania. Fue miembro de la Opera estatal de Dresde
en 1963. Hizo sus primeras presencias en Salzburgo, Milán, Viena,
Bayreuth o Nueva York(entre 1967 y 1969 cantó en el Met dos papeles
en unas pocas producciones.
Su
carrera como tenor terminó en 2005, si bien dejó el escenario en el
año 2000 con el rol de Tamino en “Die Zauberflöte”. En ese
período hasta 2005 siguió profundizando en recitales pero
considerando que ya no tenía edad para interpretar determinados
roles. Junto a la faceta de canto, con una carrera musical bastante
específica, destaca su labor como director de orquesta donde
también llevó a cabo una carrera menor pero significativa,
dirigiendo,entre otras, las orquestas filarmónicas de Viena y Nueva
York con trabajos de Mozart, Haydn o Bach. Tanto en el canto como en
la dirección de orquesta asumió ese aprecio por la música
barroca,sacra que disfrutó desde su infancia.
Su
repertorio es eminentemente del entorno cultural alemán, destacando
los roles mozartianos. Bach(con sus oratorios), Beethoven, Schübert,
Schumann,Brahms, Wagner,etc. Su trabajo giró a través de esos
puntos de referencia cercanos también en su labor de conducción de
orquestas. De hecho, hay una grabación de 1988 en el que abarca los
dos roles, Evangelista y director de orquesta, de la Pasión de San
Juan.
Dies Bildnis ist bezaubernd schön
Terminamos esta entrada con un último vídeo que puede ser un tributo que se le rinde desde aquí. Es el “Tuba Mirum” y forma parte de la “Sequentia”, cuyo inicio es el célebre “Dies irae”, dentro del Réquiem compuesto por Wolgang Amadeus Mozart y l Christa Ludwig.Tuba Mirum(dentro Réquiem, de W. A. Mozart)
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