sábado, 25 de abril de 2020

Teatro alla Scala

Es, quizás,el teatro con mayúsculas en lo relativo a la ópera. Sí, hay otros clásicos que iremos tratando por este sitio pero el “Teatro alla Scala” tiene un componente emotivo en el país de la “ópera”. Sobre su escenario, grandes compositores dieron a conocer sus nuevas óperas; grandes cantantes pero también noveles soñaron con un éxito para encumbrar su carrera o el comienzo de una fulgurante carrera en la ópera. De hecho, supongo que se habrán percatado que, en la ficha de “Voces magistrales”, siempre he recalcado el debut de los cantantes en este teatro como uno de los referentes de su carrera en un teatro apasionado pero también exigente. Es uno de los grandes teatros “ave fenix” por haber revivido entre las cenizas tras el bombardeo de 1943 durante la II Guerra Mundial. También tuvo otros momentos menos lúcidos como un parón entre 1897 y 1898 por un tema económico, algunos episodios de estrenos que se convirtieron en desastre por los “loggionisti” y sus campañas, desavenencias entre directores y gestores y que . Con todo, es un emblemático teatro de cerca de dos siglos y medio de existencia.


Aunque ya había una relación de la ópera con Milán, ésta se fortaleció con la construcción de un teatro de ópera a finales del siglo XVIII, estrenándose en 1778 con la obra de Antonio Salieri, “Europa riconosciuta”. La construcción se hizo sobre unos terrenos donde estuvo la iglesia de Santa Maria alla Scala-ya pueden imaginar el por qué del nombre del teatro- que tenía su historia pero que, en sus últimos años, había perdido la importancia de antaño. En esa época, el ballet se realizaba sobre el escenario de la platea(no es la imagen actual de este espacio, más habitualmente relacionado con filas de asientos y que se empezó a colocar en 1891). Su gestión era asignada a empresarios de prestigio entre los que destaca, por referentes históricos, Bartolomeo Merelli(1836-1850/1861-1863) como artífice de haber “recuperado” a G. Verdi en 1842. Es una fase, además, en la que el teatro se va remodelando y mejorando aspectos de su iluminación interior o ampliaciones. El siglo XIX fue esplendoroso para el teatro que pudo disfrutar de los estrenos de las grandes óperas desde el bel canto,Verdi o el primer Puccini(“Edgar”, en 1889) e, incluso, Wagner en 1873 con “Lohengrin”.Boito, Ponchielli, Giordano,Catalani fueron otros compositores que disfrutaron de su noche de estreno.


En el siglo XX, antes del bombardeo mencionado, la Scala modificó su modo de gestión en el que entró, a la par, fondos públicos y privados en forma de Ente Autónomo así como la constitución formal de una orquesta propia del teatro con sus formalismos de contratación. Entre las óperas estrenadas en esa época destaca “Turandot” en 1926, obra póstuma de Puccini.


Tras el bombardeo y una reconstrucción rápida del teatro(1943-1946) y viviendo de los grandes hitos como el duelo entre Maria Callas y Renata Tebaldi el ente que rige la Scala se convierte en público bajo la presidencia del alcalde de la ciudad, el sobreintendente también es un cargo político y, luego, está el director artístico. Tres décadas después, también se creó una Fundación del Teatro.


Grandes directores musicales ha tenido este gran Teatro pero los más relevantes han sido Toscanini(tres etapas), Tullio Serafin, De Sabata(entre 1929 y 1953 de forma continuada), Claudio Abbado(1972-1986),Riccardo Mutti(1986-2005). En la actualidad, el cargo lo ostenta Riccardo Chailly desde 2015.


Quiero terminar con varias recomendaciones para terminar con esta entrada. La primera es, sin duda, su página oficial donde verán y leerán más información; dentro de la web oficial, remarco también su histórico de producciones que suele ser una de las “herramientas” de mis artículos de “Voces magistrales”. Si lo que desean es el aspecto multimedia, destaco su canal de Youtube y sus archivos, entre los cuales, aparece este último sobre un documental sobre la Scala.


Documental  sobre la Scala de Milán




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