martes, 16 de octubre de 2018

Personajes: El amor y el honor en Radamés

Radamés es uno de esos personajes que, a lo largo de la ópera verdiana "Aida", evolucionan hasta llegar a mostrar la cara de las virtudes. Si escuchas el comienzo de la ópera nos encontramos a alguien muy crecido de sí mismo(en la escena del nombramiento como "jefe supremo" de los ejercitos egipcios hacia la guerra contra los etíopes se le ve convencido de la victoria) y, como mínimo, podemos creer que, en su corazón, brota el amor por Aida y un sueño de erigirle un trono cercano al sol. Es la famosa aria "Celeste Aida" en el inicio de la ópera, con una cierta complejidad para el tenor nada más empezar su primera intervención. Con todo, mantiene en secreto su amor por la esclava etíope. Hay en la ópera, en sí, un triángulo de amores, celos, odios que tiene como "tercera persona" a la princesa Amneris, hija del faraón, cuya personalidad es considerablemente caprichosa ,que bebe los vientos por Radamés y que quiere prevalecer su condición para que el faraón la case con el victorioso jefe militar. En sí, la maldad de Amneris la convierte en un personaje que atrae por un lado(una importancia evidente sobre el escenario) pero que, sinceramente, no caería bien a nadie.

Celeste Aida, con Giuseppe Giacomani.

En el acto tercero empezamos a vislumbrar la evolución argumental de la ópera: Amonasro vence  la resistencia de su hija Aida para que obtenga  de Radamés información delicada sobre la nueva guerra entre ambos territorios. En el dúo entre Aida y Radamés vemos algunos conceptos como el amor que sienten, la necesidad imperiosa de huir a otras tierras a vivir el amor que Egipto les priva. Radamés se niega en principio pero los argumentos de Aida acaban convenciéndolo para huir; en ese instante, en el fulgor de un amor renovado por una esperanza, Aida le pide una información que Radamés le confía ...y que Amonasro, escondido, exclama: ahí nos encontramos con el "honor" de Radamés que prefiere ser detenido por ese ultraje hacia los suyos mientras ve escapar a Aida y su padre Amonasro.

Dúo Aida-Radamés y posterior intervención de Amonasro , con Roberto Alagna, Violeta Urmana y Carlo Guelfi. 


Amneris, a pesar de la traición, quiere evitar que la sentencia sea dura con Radamés. Quiere usar sus influencias con los sacerdotes y con su padre para evitar lo que toda la gente espera: la sentencia a muerte por traición. Eso sí, pide a Radamés que no vuelva a ver nunca más a Aida, que vive tras la persecución que hubo mientras él rendía la espada ante Ramfis. Aquí ya vemos un Radamés que, siendo humano, es consciente que se equivocó y está preparado a asumir la pena de la traición. No quiere los favores de alguien que él no quiere, la hace responsable de la desaparición de Aida(Radamés: "Aida a me togliesti, spenta l'hai forse"...,me has quitado a Aida, quizás la has matado) y únicamente desea morir por la infamia que le espera.

Dúo Radamés-Amneris con Giulietta Simionato y Jon Vickers.


La sentencia, esperada, ha llegado y le condena a morir en vida bajo una lápida. Radamés asume la pena teniendo en cuenta que no se defendió ante los sacerdotes. En su triste final ve como llega ante él Aida, quien se sacrifica y prefiere morir junto a él. En sí pone los pelos de punta ese "Addio terra" con el que se despiden ambos de la vida mientras que, arriba, una Amneris despojada de su maldad reza por ellos. 

Dúo Radamés-Aida... y posterior aparición de Amneris, con Luciano Pavarotti, Maria Chiara en los papeles protagonistas y Ghena Dimitrova como Amneris.